Para mí, el máximo aprendizaje claro es la apertura del corazón y la humildad

Ramiro Calle

«Estos gurús de masas son y forman parte de lo peor del supermercado espiritual. En concreto quiere decir el que quita la oscuridad de la mente. Pero por el contrario, estos gurús, aprovechando la minoría de edad emocional de muchísimas personas, abusan de ellas, les explotan, les exigen obediencia ciega. Son un mal ejemplo. Distorsionan las enseñanzas para rentabilizarlas y mercantilizarlas.» 

«Uno puede ir a una enseñanza espiritual, iniciática o yóguica, no para crear más dependencias y más lazos dependientes afectivos, si no precisamente para quebrarlos y obtener más desapego. Por eso un trabajo muy importante en la enseñanza oriental es quebrar la imagen y la autoimagen. La imagen es aquello que proyectamos sobre los demás y la autoimagen es aquello que proyectamos sobre nosotros mismos, y para avanzar, ya que la imagen y la autoimagen son máscaras del ego, para avanzar es imprescindible quebrar esa imagen y autoimagen. Implica romper las dependencias emocionales, salir de tu propia cárcel.» 

¿Por qué se vive? «Es un desatino, un despropósito que ninguna de las teorías evolucionistas resuelven. La pregunta no es porqué sino para qué. Es la pieza clave, el gran interrogante. Se puede vivir este desatino con consciencia, con lucidez, con compasión o de una manera totalmente mecánica, limitada. Yo creo que la mayor tragedia del ser humano es la mecanicidad, vivir en una consciencia crepuscular semiatrofiada, lo que llamaba Buda la consciencia empañada. Yo no creo lo que dice mucha gente de la nueva era, que venimos aquí para aprender, yo eso no lo creo. Yo lo que creo que ya que estamos aquí en este viaje misterioso y a veces pavoroso que es la vida, ya que estamos aquí vamos a tratar de aprender algo.» 

«Para mí, el máximo aprendizaje claro es la apertura del corazón y la humildad. Es lo que yo he empezado a vivir de verdad después de este estado de muerte [Hace casi diez años, en un hospital de Madrid, le daban apenas cuatro horas de vida por una infección cerebral]. No hay aprendizaje de vida. En la escuela no suelen enseñar. Todavía prevalece el modelo de acumulación de datos.»

¿Se trata mal a los jóvenes? «Se trata mal a los profesores. Por duro que sea en realidad hemos convertido esta sociedad en un estercolero.»

«Toda persona con lucidez ve lo que hay, ve más allá de las apariencias, las bagatelas, los oropeles que nos presenta esta sociedad. Y esta visión profunda o penetrativa indudablemente nos remueve.»

«Hay personas que encontramos o hemos encontrado herramientas para poder instrumentalizar todo eso hacia el autoconocimiento, el desarrollo, la autorrealización, hay personas que al carecer de estas herramientas y verse en este estado emocional tan agónico, lo que quieren es salir de él. Unos salen a través de las drogas, otros a través de la ludopatía, otros a través del engaño continuado de elevar el coeficiente de actividad hasta lo más paranoide, pero son modos de resolver neuróticamente la vida agónica que muchos jóvenes y también muchos ancianos viven.»

«Sería mejor buscar la armonía, entendiéndola como el arte o ciencia de conciliar los opuestos. Si tú estás en el peso de un reloj de péndulo, tú vas y vienes con el peso del péndulo. Pero si tú asciendes por la varilla y te sitúas en el extremo superior de la varilla tú ves como va el péndulo a uno y otro lado pero tú te mantienes en lo que llamaba Buda el camino del medio.» 

«Si te crees iluminado ve a visitar a la familia, porque es que es muy fácil ser un buda sin tratar con nadie. El convivir es un ejercicio muy interesante si aprovechas incluso los roces y fricciones y las contrariedades como material de autoobservación, para observarte. Cuantas más reacciones negativas tengas mejor porque más te ayuda a conocerte, a verte tu lado neurótico, tus agujeros psíquicos, tus torturadores internos para tratar de ir poco a poco superándolos.»

«Buda dijo, mente clara corazón tierno. Y no enredar tanto, no tantas palabras. Desde los tiempos de Buda apenas se ha evolucionado. Hemos avanzado en la técnica, en la sanidad, pero absolutamente nada en lo que es nuestra vida psicológica y espiritual. Mientras el ser humano no cambie de raíz, qué podemos esperar de él. En cientos de años sigue habiendo atrocidades, desigualdades, sembramos el planeta de horrores y errores.»

«Como vivimos en una conciencia planetaria nihilista, mientras no salgamos a la conquista de una conciencia planetaria constructiva cooperante y amorosa no hay nada que hacer. Cuantas religiones ha habido, cuantos grandes maestros, cuantos iniciados. Todo está dicho pero nada está hecho. Al final comulgo con lo que decían los sabios más antiguos de Oriente, la mente es la precursora de todos los estados, y todos los estados nacen de la mente. Si no cambiamos la mente, aquí no hay nada que hacer, seguirá habiendo buenas personas, malas personas pero no hay un cambio real. Lo he visto incluso en monasterios cristianos y en monasterios budistas, en Oriente y en Occidente, se pelean, les puede el ego.»  


Extracto de una entrevista a Ramiro Calle, unos de los pioneros del yoga en España, realizada por Jordi Jarque y publicada en La Vanguardia.

Imagen: ilustración del Bustan (Orchard) de Sa'di. © The Metropolitan Museum of Art. 

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