Amar es el principal infinitivo de la vida

... Y no hay nada más radical que este verbo.»
                                       Josep Maria Esquirol

«Vivir no es fácil. Por eso la droga forma parte de la historia de la humanidad. Pero la evasión continua no es buena. Hay que tener la fuerza y la confianza suficientes para hacer frente a la dificultad de la vida y a las “dificultades”. Creo que la filosofía -el pensar- debe contribuir a esa confianza. De ahí que se hable del sentido. Y me parece que, paradójicamente, obtenemos cierto sentido cerca de la profundidad que nos constituye. La experiencia que los seres humanos hacemos de nuestra propia profundidad, de lo que tradicionalmente se ha llamado misterio, nos ayuda a resistir y alimenta nuestra esperanza. Por el contrario, cuando nos comprendemos a nosotros mismos de manera superficial o cuando creemos que lo humano es algo perfectamente explicable, que no tiene ningún tipo de misterio, ocurre que nos debilitamos, y secretamente la angustia crece. Me parece que el malestar de la sociedad contemporánea, con muchísimas depresiones, y con una necesidad continua de evasión, tiene que ver con esto: con la dimensión unidimensional y plana, y con la ausencia de hondura y de misterio.
(...)
No podemos aislarnos del contexto social que tenemos, y, por lo tanto de lo que en él domina: la conectividad, la aceleración… Pero sí podemos hacer que ese dominio no sea total. La resistencia consiste en guardar espacios de silencio y de lentitud, de reflexión y de calma, de compañía y de proximidad…»

Emma Rodríguez entrevista a Josep M. Esquirol para Lecturas Sumergidas, con motivo de la publicación de su último libro, Humano, más humano. Una antropología de la herida infinita.

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