“Judas vendió a Cristo. Pero, recuerda, ¿quién lo compró? ¿Acaso el pueblo? De nuevo, los fariseos y ratas de biblioteca. Ellos no encontraron a ningún testigo, por mucho que lo buscaron. ¿Quién se hubiera atrevido a calumniar a ese inocente? Pero, los fariseos eran artífices del engaño, instruidos e ingeniosos. Incluso, aprendieron a escribir y a leer, para hacerse con el poder, aprovechándose de la ignorancia del pueblo.”
De la película Andrei Rublev, de Andrei Tarkovski (1966).
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