¿Por qué no pensamos en las ciudades como motores de la biodiversidad y la salud humana? Concibo un tiempo, no muy lejano, en el que la conexión con la naturaleza será un acontecimiento diario. Diseñaremos las ciudades para trabajar en armonía con la naturaleza y la biodiversidad será un patrón habitual.
Los desafíos medioambientales van a requerir cambios fundamentales en nuestras vidas e instituciones. Necesitamos líderes con un pensamiento avanzado.
Nuestras vidas estarán tan inmersas a diario en la naturaleza como lo están en la tecnología, y esto incluye un nuevo tipo de ciudad que incorpore la naturaleza en cada uno de sus edificios y bloques, que sirve para restituir a los residentes psicológica, física e incluso espiritualmente.
Creo que se está implantando una nueva consciencia y que, conforme se expresa, la relación del hombre con la naturaleza se transformará de persona que explota a persona que nutre.»
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