Debemos recuperar el sentido del asombro

Karen Armstrong

«Siéntate diez minutos en un parque, mira y escucha, siente la fuerza del viento, reconecta. La naturaleza tiene que ser parte de nosotros, un bendito estado de ánimo. Debemos recuperar el sentido del asombro, ver la magia que hay tras cada hoja, hormiga o árbol.

En el pasado todas las religiones veían lo divino en la naturaleza, que era un todo animado. Dios, o como quiera que se defina lo sublime, estaba presente en cada ser vivo. En las religiones antiguas la naturaleza era considerada sagrada y éramos conscientes de que dependíamos de lo sagrado para vivir. Dios no se hallaba recluido en un cielo sobrenatural, sino que estaba presente en todo y en todas partes.

Solo si los seres humanos nos sentimos unidos profundamente con la tierra y el cielo, solo si tratamos a los miles de seres con los que compartimos el planeta como desearíamos ser tratados, realizaremos plenamente nuestra condición humana. Porque nuestra existencia depende de esa miríada de acontecimientos naturales y seres; así que honrándolos, protegiéndolos y sirviéndoles contribuiremos a la reconstrucción del mundo.

Es necesaria una transformación intelectual y espiritual para cambiar el curso de las cosas y reparar el daño. Los grandes sabios, místicos y profetas han venerado la naturaleza. Nos toca ahora a nosotros recuperar ese saber, el vínculo que nos une con el mundo natural. No solo debemos cambiar nuestras acciones sino nuestra manera de ver la naturaleza. Aprender a alinearnos emocionalmente con ella.»


Extracto de una entrevista realizada por Ima Sanchís y publicada por La Vanguardia (17/09/2022)

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