Nuestra alma anhela la conexión con lo natural
Byung-Chul Han: Vida contemplativa
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Lo esencial para la religión no es Dios, sino el deseo de lo infinito que se cumple en la intuición del universo.
El verbo para la religión es «escuchar», mientras que «actuar» es el verbo para la historia. En la escucha, en cuanto inactividad, enmudece el yo, que es el sitio para las diferenciaciones y las demarcaciones de límites. El yo que escucha se sumerge en el todo, en lo ilimitado, en lo infinito. (...) En cambio, quien se produce, quien se exhibe, es incapaz de escuchar, de contemplar en una pasividad infantil. En la era de las permanentes autoproducción y autoescenificación narcisistas, la religión pierde su fundamento, puesto que el desprenderse de uno mismo es un acto constitutivo de la experiencia religiosa.»
Byung-Chul Han. Vida contemplativa. Elogio de la inactividad.
In memoriam Salvador Guasch i Figueras
Descanse en paz
Descansi en pau
* Mensajes de los amigos · Missatges dels amics *
Estimat Salvador, tu ja ets un dels estels més brillants que veiem en el firmament, el teu resplendor sempre estarà en totes les persones que vàrem tenir la sort d’ésser amics teus. Tu sempre estaràs inclòs en els millors records de la meva joventut. Per mi era un privilegi presentar-te a tots els amics perquè igual que jo, participessin de la teva bondat, la teva saviesa i la teva capacitat d’ajudar els altres. Mai t’oblidaré.
Maria Àngels Safont Gunfaus
Ser espiritual es eso: poder enfrentarse al propio silencio
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El agua es mi gran gurú
«El peregrino no espera nada, acepta la vida tal como viene y celebra lo que venga. No teme a las dificultades, le hacen más fuerte.
(¿Por qué abandonó el monasterio?) Porque la espiritualidad debe estar en el mundo, en la política, en la familia, en la economía, en la agricultura.
El Cosmos es mi país, la Tierra es mi casa, mi nacionalidad es la naturaleza, y el amor, mi religión. Todos somos interdependientes y, por lo tanto, todo nuestro sufrimiento es mutuo, no hay separación. La unidad y la diversidad bailan juntas.
Caminar es una forma de conectar con uno mismo, y con el cielo, la tierra, la lluvia, las estrellas y los otros, esa es nuestra identidad: seres humanos en conexión con todo.»
«La naturaleza en nuestra madre y nuestra maestra, De hecho el agua es mi gran gurú. Sacia la sed de todos, no importa si eres un rey o un mendigo, un santo o un pecador. El agua no discrimina: animales, humanos, árboles... Si podemos ser como el agua, amables con todos, entonces somos verdaderamente seres.
Hoy la educación es parte del problema y debería ser parte de la solución. Todos los problemas que enfrentamos hoy han sido creados por personas con altas cualificaciones, desde la guerra de Ucrania o la desigualdad hasta el cambio climático.»
Extracto de una entrevista realizada por Ima Sanchís y publicada por La Vanguardia. Foto: Marcos Soria (30/12/2022)
Navidad 2022
Por la imagen de la pintura © Musées royaux des Beaux-Arts de Belgique · Koninklijke Musea voor Schone Kunsten van België
Identidad y amistad. Palabras para un mundo posible
Estas citas pertenecen al libro Identidad y amistad. Palabras para un mundo posible del filósofo y académico Emilio Lledó; las recogemos de la reseña que Emma Rodríguez publica en Lecturas Sumergidas.
Debemos recuperar el sentido del asombro
«Siéntate diez minutos en un parque, mira y escucha, siente la fuerza del viento, reconecta. La naturaleza tiene que ser parte de nosotros, un bendito estado de ánimo. Debemos recuperar el sentido del asombro, ver la magia que hay tras cada hoja, hormiga o árbol.
En el pasado todas las religiones veían lo divino en la naturaleza, que era un todo animado. Dios, o como quiera que se defina lo sublime, estaba presente en cada ser vivo. En las religiones antiguas la naturaleza era considerada sagrada y éramos conscientes de que dependíamos de lo sagrado para vivir. Dios no se hallaba recluido en un cielo sobrenatural, sino que estaba presente en todo y en todas partes.Solo si los seres humanos nos sentimos unidos profundamente con la tierra y el cielo, solo si tratamos a los miles de seres con los que compartimos el planeta como desearíamos ser tratados, realizaremos plenamente nuestra condición humana. Porque nuestra existencia depende de esa miríada de acontecimientos naturales y seres; así que honrándolos, protegiéndolos y sirviéndoles contribuiremos a la reconstrucción del mundo.
Es necesaria una transformación intelectual y espiritual para cambiar el curso de las cosas y reparar el daño. Los grandes sabios, místicos y profetas han venerado la naturaleza. Nos toca ahora a nosotros recuperar ese saber, el vínculo que nos une con el mundo natural. No solo debemos cambiar nuestras acciones sino nuestra manera de ver la naturaleza. Aprender a alinearnos emocionalmente con ella.»
Extracto de una entrevista realizada por Ima Sanchís y publicada por La Vanguardia (17/09/2022)
Somos seres espirituales con una experiencia humana
«No tenemos tiempo de contemplar la naturaleza con entrega y sin análisis y descifrar el misterio ahí codificado. Descubrí la belleza y a mí misma. Así cambié la suicida lógica del mundo por la lógica de la vida. La vida es: es esencia, presencia, verdad, y tiene que ver con la naturaleza; mientras que el mundo está lleno de vanidad humana, de egoísmo, de todo lo que hemos generado que nada tiene que ver con las leyes de la vida.
Vivía perdida, era mi personaje; y en compañía de la vida y sus ritmos: la naturaleza, los insectos, los astros, empecé a conocerme y a encontrar ese estado natural del ser humano. Somos seres espirituales con una experiencia humana y no humanos con una espiritualidad. Cuando conecté con esa parte nuestra, empecé a estar conmigo misma en la vida, descubrí un estado maravilloso, una energía muy sutil, lejos de esa cantidad de distracciones que nos anulan.
Tememos a la muerte porque no hemos vivido, hemos mundeado, pero vivir con todas nuestras capacidades y afinando los 15 sentidos es otra cosa, una sensación de alegría. Lo primero es eliminar los tóxicos de tu vida porque impiden esa conexión espiritual, es como querer ver el sol y no levantar la persiana. Cuando eliminé todos esos contaminantes empecé a tener mayor lucidez, a recuperar los estados verdaderos del ser humano.
Estamos tan desafinados que aunque queramos conectar, por mucha meditación que hagamos, los tóxicos interfieren en nuestra capacidad espiritual. Somos energía, de eso no hay duda, y el espíritu es la energía más sutil y nos dota de intuición, inspiración, imaginación e instinto. Eso es lo que yo desarrollé cuando dejé de mundear y me fui a la vida, capacidades tan necesarias y válidas como la razón y el análisis.
Abra una granada, está llena de semillas, árboles potenciales que a su vez darán multitud de granadas. Pero hay hambre en el mundo. La vida es millonaria, el mundo es escaso. Y si no afinas el sentido de la relación, se atrofia: nuestros vínculos con los otros, y también con las galaxias, las estrellas. En las ciudades no vemos una estrella, y eso nos está empobreciendo y provocando muchísima tristeza, porque la verdad de la vida está ahí.»
Extracto de una entrevista realizada por Ima Sanchís y publicada por La Vanguardia. Foto: Dani Duch (30/06/2022)
Deconstruir a Jesús
Pablo D’Ors en la ponencia marco del I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión organizado por Siena Educación:
«Jesús fue un ciudadano letrado, un hombre culto, no fue un artesano analfabeto... El Jesús histórico no fue sacerdote, sino que mantuvo distancia con los rituales de su tiempo, tampoco era profeta. Jesús era más bien un maestro, hablaba en el lenguaje de los relatos... Cristo es el paradigma del autoconocimiento de Occidente. Nadie en la historia de la humanidad ha tenido capacidad de decir yo como lo ha dicho Jesús de Nazaret: Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida...Extracto de un artículo de José Bertrán en Vida Nueva Digital.
A Ukrainian Prayer, John Rutter
Mientras el ruido de las armas no enmudece, que tu oración nos disponga a la paz
«Nosotros hemos perdido la senda de la paz. Hemos olvidado la lección de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de millones de caídos en las guerras mundiales. Hemos desatendido los compromisos asumidos como Comunidad de Naciones y estamos traicionando los sueños de paz de los pueblos y las esperanzas de los jóvenes. Nos hemos enfermado de avidez, nos hemos encerrado en intereses nacionalistas, nos hemos dejado endurecer por la indiferencia y paralizar por el egoísmo. Hemos preferido ignorar a Dios, convivir con nuestras falsedades, alimentar la agresividad, suprimir vidas y acumular armas, olvidándonos de que somos custodios de nuestro prójimo y de nuestra casa común. Hemos destrozado con la guerra el jardín de la tierra, hemos herido con el pecado el corazón de nuestro Padre, que nos quiere hermanos y hermanas. Nos hemos vuelto indiferentes a todos y a todo, menos a nosotros mismos. Y con vergüenza decimos: perdónanos, Señor.»*
«Que tu llanto, oh Madre, conmueva nuestros corazones endurecidos. Que las lágrimas que has derramado por nosotros hagan florecer este valle que nuestro odio ha secado. Y mientras el ruido de las armas no enmudece, que tu oración nos disponga a la paz. Que tus manos maternas acaricien a los que sufren y huyen bajo el peso de las bombas. Que tu abrazo materno consuele a los que se ven obligados a dejar sus hogares y su país. Que tu Corazón afligido nos mueva a la compasión, nos impulse a abrir puertas y a hacernos cargo de la humanidad herida y descartada.»*
«Nosotros solos no logramos resolver las contradicciones de la historia, y ni siquiera las de nuestro corazón. Necesitamos la fuerza sabia y apacible de Dios, que es el Espíritu Santo. Necesitamos el Espíritu de amor que disuelve el odio, apaga el rencor, extingue la avidez y nos despierta de la indiferencia.»º