Dra. Pilar Muñoz-Calero
«No tenemos tiempo de contemplar la naturaleza con entrega y sin análisis y descifrar el misterio ahí codificado. Descubrí la belleza y a mí misma. Así cambié la suicida lógica del mundo por la lógica de la vida. La vida es: es esencia, presencia, verdad, y tiene que ver con la naturaleza; mientras que el mundo está lleno de vanidad humana, de egoísmo, de todo lo que hemos generado que nada tiene que ver con las leyes de la vida.
Vivía perdida, era mi personaje; y en compañía de la vida y sus ritmos: la naturaleza, los insectos, los astros, empecé a conocerme y a encontrar ese estado natural del ser humano. Somos seres espirituales con una experiencia humana y no humanos con una espiritualidad. Cuando conecté con esa parte nuestra, empecé a estar conmigo misma en la vida, descubrí un estado maravilloso, una energía muy sutil, lejos de esa cantidad de distracciones que nos anulan.
Tememos a la muerte porque no hemos vivido, hemos mundeado, pero vivir con todas nuestras capacidades y afinando los 15 sentidos es otra cosa, una sensación de alegría. Lo primero es eliminar los tóxicos de tu vida porque impiden esa conexión espiritual, es como querer ver el sol y no levantar la persiana. Cuando eliminé todos esos contaminantes empecé a tener mayor lucidez, a recuperar los estados verdaderos del ser humano.
Estamos tan desafinados que aunque queramos conectar, por mucha meditación que hagamos, los tóxicos interfieren en nuestra capacidad espiritual. Somos energía, de eso no hay duda, y el espíritu es la energía más sutil y nos dota de intuición, inspiración, imaginación e instinto. Eso es lo que yo desarrollé cuando dejé de mundear y me fui a la vida, capacidades tan necesarias y válidas como la razón y el análisis.
Abra una granada, está llena de semillas, árboles potenciales que a su vez darán multitud de granadas. Pero hay hambre en el mundo. La vida es millonaria, el mundo es escaso. Y si no afinas el sentido de la relación, se atrofia: nuestros vínculos con los otros, y también con las galaxias, las estrellas. En las ciudades no vemos una estrella, y eso nos está empobreciendo y provocando muchísima tristeza, porque la verdad de la vida está ahí.»
Extracto de una entrevista realizada por Ima Sanchís y publicada por La Vanguardia. Foto: Dani Duch (30/06/2022)